viernes, 14 de febrero de 2014

El cariño del profeta Muhammad (S.W.S) con los más pequeños.

La misericordia del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz, se extendía a todas las criaturas. Cuando veía a un niño en su rostro se reflejaba la felicidad. Solía coger en brazos a los hijos de sus Compañeros, darles palmaditas... Siempre los saludaba, mostraba su afecto y bromeaba con ellos. Una vez vio que un grupo de niños estaba haciendo carreras, se unió a ellos y echo a correr con ellos.
Él, que fue la misericordia para todos los mundos, llevaba a los niños en su camello cuando los encontraba por el camino y les prestaba toda su atención. Anas, que Allah este complacido con él, describió su comportamiento así: “Nunca he conocido a nadie que haya respetado los derechos de la familia y de los hijos más que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda la paz.
Aishah, que Allah este complacido con ella, transmitió que una vez el Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, estaba jugando con sus nietos. Llego un beduino y, al ver la escena, se sorprendió de cómo les trataba. Preguntó: ‘¡Oh Mensajero de Allah! ¿Les das besos a los niños? Nosotros nunca besamos a nuestros hijos. Ni tampoco jugamos con ellos.’ Nuestro amado profeta , que Allah le bendiga y le conceda la paz, le dijo: ‘Si Allah ha retirado la compasión y la misericordia de vuestros corazones, ¿qué puedo hacer yo".
Esta contestación es la mejor ilustración de la posición del Islam en cuanto a los niños.




martes, 11 de febrero de 2014

Relatos del sagrado Corán


Dice Al-Lah  El Altísimo en el sagrado Corán: 
“Di: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas, vuestro clan familiar, los bienes que habéis obtenido, el negocio cuya falta de beneficio teméis, las moradas que os satisfacen, os son más queridos que Allah, Su Mensajero y la lucha en Su camino… Esperad hasta que Allah llegue con Su orden. Allah no guía a gente descarriada.” (Tawba 9:24)

El ilustre teólogo ceutí Al Qadi Aiyad (rahimahu Allah ) deduce de este verso que Allah exige a la Ummah ser amado Él y Su Mensajero (s.a.w). De ahí que nada debería ser para nosotros más preciado que el Profeta (s.a.w) – ni nuestra casa, ni nuestra familia, ni nuestro trabajo.”